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La Escuela: Un Hogar




Esta es una entrevista a un matrimonio residente de la "escuela almafuerte".
Él es alberdino, ella almafuertina...Hoy los dos viven con su familia en el predio de la escuela, como otras. Ambos trabajan en la escuela y dos de sus tres hijos concurren al establecimiento.
A continuacion nos contaran su historia...

¿Cuándo y cómo llegaron a la Escuela?

Carina Rodriguez: Llegue a la escuela como alumna en el año 1988. Venía de un medio rural y la excelencia de la escuela en esas epocas era muy comentada en todos lados, lo que llevo a mis papás a inscribirme.

Gustavo Haller: Llegue a la escuela a mediados de octubre de 1991 mediante una designacion ejecutiva en un cargo como personal técnico-administrativo.
Primero había sido designado en la escuela Agrotecnica de Villa Urquiza, pero por requerimiento de la escuela y necesidad de Recursos Humanos me incorporé a la planta administrativa de la escuela. Apenas llegué me designaron al sector de Proveeduria y desde allí he desempeñado mi carrera administrativa que ya llega a los 19 años.

¿Hace cuánto tiempo que vivien acá?

Carina: Después de terminar el secundario en 1992, me casé con un empleado de la escuela, Gustavo, y seguí vivendo en una casita en el predio de la escuela, asi que hace mas de 22 años que èsta es "mi casa".
Gustavo: Desde abril de 1994. Vinimos a instalarnos en una residencia que nos brindó la escuela, en ese momento éramos 3, nuestra hija mayor Florencia, tenía apenas un año. En la actualidad seguimos vivendo en la escuela.


¿Cómo es la vida en el lugar donde creciste, trabajas y vivís?

Carina: La vida en estos lugares es muy tranquila, rodeada de naturaleza, sin las contaminaciones de la ciudad. El respeto sigue siendo primordial. Todavía se puede dejar la puerta abierta sin problemas.
Gustavo: La verdad que la escuela me ha brindado mucho y uno trata de responder trabajando cada día por una escuela mejor, con una comunidad más integrada, más unida, con sus pro y sus contra, como en todo lugar. Cuando llegue acá a laburar, mi corazón era plenamente alberdino, una escuela hermana de similares características, pero cada una con su propia idiosincrasia e identidad bien arraigadas en sus egresados. Hoy luego de casi 20 años de vivir, trabajar y sentir cada momento en esta querida escuela puedo decir que "mi alberdi" y "mi almafuerte" se han unido dentro mio.

¿En que lugar de la Escuela trabajas? ¿Cuál es tu función?

Carina: Trabajo en la Secretaria de Nivel Medio de la escuela, como auxiliar.
Gustavo: Trabajo en la Administracion de la escuela, en el departamento de Recursos Humanos, del que estoy a cargo.

La escuela de hoy en día, ¿es la misma que recordás de cuando llegaste?

Carina: La escuela ha ido cambiando como toda la sociedad. Mi generacion era del "respeto" hacia los mayores. Además era un internado solamente de mujeres, con 500 internas y casi en su totalidad de medios rurales. No había distintas modalidades, era un bachillerato único pedagógico rural donde los espacios curriculares eran entre 12 y 18. Todos cursaban las materias humanísticas como así también todos iban a sacar leche al tambo. Porque en la vida no va separada una cosa de otra.
Gustavo: La escuela de hoy en día ha cambiado bastante con respecto a cuando ingresé como empleado y ni hablar a la época de alumno. Los chicos en la década del 80 y 90 que venían a estas escuelas casi siempre lo hacian desde zonas o poblados rurales, lo que hacia que las vivencias, procedencias y costumbres fueran más homogéneas. Hoy en día eso ha cambiado mucho ya que hay escuelas de Nivel Medio en todas las localidades y hace que instituciones con nuestras características tomen alumnos tanto del campo como de la ciudad, con costumbres y formas de vida muy distintas. Con esto no estoy diciendo que la escuela de antes sea peor o mejor a la de ahora, simplemente que la sociedad cambia y es necesario adecuarse a los tiempos por venir, no olvidando nunca la enseñanza de nuestros padres y abuelos, para buscar el mejor futuro para nuestros hijos.


Florencia y Luciana.

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